Cerrado por vacaciones

Como podéis imaginar estoy de vacaciones, ahora mismo os estoy escribiendo desde la piscina del hotel donde estoy.

Ya os contaré mis últimas aventuras visitando las bodegas de jerez, aun tal tio Pepe y a un torito que se llama Osborne. Y de cómo he avanzado en los cursos de natación en las piscinas y playas.

Bueno os dejo que me voy a tomar un bebequiri.

Comida basura

Hoy he vuelto a ir con mis papás a un ¿restaurante? de comida rápida (da lo mismo el nombre).

La excusa es que vamos por que según ellos yo quiero el "juguetito" que dan con el menú infantil, cuando la realidad es que vamos a que ellos se atiborren con las hamburguesas, con sus patatas y su refresco, a poder ser en tamaño gigante, es decir, con un kilo de patatas y un litro de refresco, que cuando terminas parece que te has comido un buey, cuando lo que tienes en el interior es sólo gas.

Pero cómo se pueden comer esa porquería, con lo rico que está un buen plato de lentejas, o judías, o un buen cocido, una paella, un buen estofado, etc., etc., qué les meten a las hamburguesas para que todos los mayores vayan como tontos a esos ¿restaurantes?

Y lo peor de todo es que yo también me tengo que comer el famoso menú infantil y si no me lo como todo se enfadan; menos mal que al final siempre nos queda el "petisuí" y la figurita de "Esrec" que se "pega regueldos"; ah claro, los gases del refresco, mejor fuera que dentro.

Mi último día de guardería

Mañana va a ser un día alegre porque empiezan las vacaciones, pero va a ser triste por que es mi último día en al guardería, que ha sido mi "segunda" casita. En septiembre empiezo el cole, ya que cumplo los 3 años en diciembre.

La verdad es que el tiempo ha pasado demasiado rápido, entré con seis meses y en ese momento sólo comía, dormía y hacía pipí y popó; ahora, dos años después, también como, duermo y hago pipí y popó, pero sé andar, sé cantar muchas canciones, sé contar hasta diez, sé los colores (aunque me han costado mucho), sé comer sólo (aunque aún sea un poco gorrino), sé lo que es grande y pequeño, lo que está cerca y lejos, lo que es bonito y feo, sé reconocer un montón de cosas, como animales, objetos, comidas, etc., sé pintar,.. en definitiva en estos dos años he aprendido un montón de cosas, y todo ello gracias a las profesoras que he tenido en este tiempo, gracias a Pilar, a Elena, a Ana, a Beatriz, a Maite,... y gracias a todos los amiguitos que han estado conmigo, como Miriam, Rocio, Alejandro, Alba, Eva, Jesica, María, Mohamed, Daniel, Noel, Marta, Lucía, David, Duna, Noelia, Natalia, Celia, Nuria,...

Mi papá dice que cuando sea mayor no me voy a acordar de nada de todo ésto, que cuando se es mayor los primeros recuerdos son de lo que te ocurrió a partir de más o menos los cinco años y que no voy a recordar lo bien que me lo he pasado; espero que no tenga razón, por que la verdad es que me lo he pasado fenomenal. Y en cualquier caso espero que él me recuerde lo bien que me lo pasé en "mi segunda casita".

Un beso muy grande para todos y gracias por haberme aguantado.

Guille.

Ayuda de 2.500 euros

Me imagino que ya todos habéis leido o escuchado la noticia de que gracias al gobierno, los bebés van a traer debajo del brazo un cheque de 2.500 euros, que pastón.

Ah, ya lo entiendo; será que en el Congreso, al igual que con el famoso café a 80 céntimos, tienen una tienda con los pañales a un euro el puñao.

Vamos, que según los últimos rumores, los leones de la puerta, están planteándose tener leoncitos.

Pronóstico: borrasca

Cómo ya os comenté, se pronosticaban borrascas de consideración débil en mi casa los días siguientes a la retirada del pañal.

Y así fue, las previsiones fueron correctas; un frente que se adentraba por el salón y que recorría todo el pasillo de mi casa trajo consigo lluvias que descargaron 120 mililitros por metro cuadrado, claro está todas concentradas en el mismo metro cuadrado; pero cuando parecía que la tormenta había pasado se comenzó a vislumbrar granizada, aunque esta vez mi mamá estuvo un poco más avispada y llegó con el orinal antes de que las ligeras lluvias se convirtieran en inundaciones.

A partir de ese momento se activaron todas las medidas de seguridad necesarias para que nuevos frentes no tuvieran las mismas consecuencias, a saber, preguntarme cada dos minutos, disponer un orinal en el salón y otro en el baño, y llevarme corriendo al baño cuando la expresión de mi cara señalara que estaba realizando cualquier esfuerzo extraño.

A día de hoy las medidas adoptadas han funcionado y no se han tenido que lamentar daños materiales ni personales, incluso hubo algún día de sequía...