!Más vacunas no por favor¡
Hoy he tenido visita a la pediatra, me han hecho las pruebas de siempre, ver cuánto he engordado, ver cuánto he crecido y comprobar que mi cabeza sigue aumentando de tamaño al ritmo adecuado, vamos que como me siga creciendo, a los 30 vuelco.
El caso es que sigo muy bien, pero eso ya lo sabía yo sin visitar a la pediatra.
Pero hoy había sorpresa, dos vacunas, así, sin avisar, a traición, claro que si me lo llegan a decir hubiera ido su ....
Cuando la enfermera me ha puesto la primera, mientras el bestia de mi papá me inmovilizaba la pierna (ya podrían ya, dos contra un pobre bebé; pero esta se la guardo), se ha quedado esperando que me pusiera a llorar; pues no, no le he dado ese capricho, he aguantado como un campeón. Pero claro, la enfermera se ha gustado en la primera faena y ha ido a por el segundo par de banderillas, en este caso a por la segunda vacuna y me la ha puesto en la otra pierna, que digo yo que ya que me había dejado dolorida la primera, podía haberla puesto en la misma; pues no, me ha tenido que fastidiar las dos. Por cierto después de la segunda vacuna tampoco he llorado, sólo por fastidiar a esa ..., eso sí, se me han caído un par de lagrimones.....
Y cuando ya creía que se había pasado todo, me entero que me tienen que poner otras cuatro en los próximos meses, que se llaman Prevenar y que sirven para protegerme de la meningitis y no sé cuantas itis más, que me pudieran transmitir otros amiguitos en la guardería (otro tema interesante por lo que he oído, el de las guarderías).
El problema es que ésta no es gratuita como las otras; todos los pediatras la recomiendan pero la Seguridad Social no quiere hacerse cargo del gasto; eso sí, como ha dicho mi papá: “hay que pagar una vacuna que es necesaria para los bebés y que cada dosis cuesta más de 70 euros (en total las cuatro dosis casi 300 euros, 50.000 de las antiguas pesetas, tela); pero si te pasas un fin de semana guay con la parejita (no sé a lo que se refiere mi papá con fin de semana guay con la parejita) y tienes algún problemilla (¿de qué problemilla estamos hablando?), te pides “la píldora del día después, (ahora lo entiendo, todo esto es una película), que es gratuita, y asunto solucionado; y además no son cuatro dosis, son todas las que quieras, vamos que te puedes poner hasta arriba de pildoritas gratis todos los fines de semana y asunto solucionado”.
Bueno, éste no es asunto mío, o por lo menos aún no es asunto mío. A mí me han dado unas gotitas que me han dicho que son para que no me duelan los “banderillazos” y que según parece dan un sueñ.....zzzzzzzzzz.
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