¡Date tú en ...!
Me está empezando a dar miedo comer; y no porque ya no me guste el teta-brick, lo que ocurre es que cada vez que acabo de comer, mi mamá me pasa a mi papá y éste con la pedazo de mano que tiene, empieza a golpear mi espaldita sin venir a cuento, hasta que a él le da la gana o hasta que me pego un regüeldo. Vamos que la mano de mi padre es como un purgador humano.
Imaginaos que termináis de comer, y cuando habéis terminado y estáis disfrutando del momento, viene un tio como tres veces más grande que tú y empieza a daros golpes en la espalda, ¿cómo os sentaría?. No haré más preguntas.
Pues hoy he dicho basta y cuando estaba mi papá tan feliz dándome golpecitos en la espalda, le he pegado un manguerazo de leche que se ha tenido que cambiar él y la tapicería del sofá. Como siga así voy a cambiar toda la decoración de la casa.
Pero no me ha servido de nada, porque como he vomitado tanto, mi mamá ha dicho: "Pobrecito, ha echado todo lo que había comido" y me ha dado más teta y cuando he terminado, me ha pasado a mi papá y...
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