Pensión completa

El primer verano de mi vida lo he pasado en Torre del Mar (Málaga), en la “playita”, que era como llamaban mis papás al lugar donde hemos pasado las vacaciones, con mucha arena y muchísima más agua, no se veía el final. Luego dicen que hay sequía, lo que ocurre es que no han visto la cantidad de agua que tienen almacenada los torreños; estaba toda allí.
El camino de ida fue un poco largo, pero yo no me enteré porque fui todo el tiempo dormido, igual que mi mamá, perdón, mi mamá me corrige, ella no durmió todo el camino, fue CASI todo el camino.
Lo que mis papás no sabían era la cantidad de cosas que mueve un bebé en un viaje y que el maletero del coche tiene un límite y que por mucho que intenten jugar al Tetris (no sé qué es eso, pero mi papá no paraba de repetír: “Vaya Tetris, vaya Tetris”) con el carrito, la cuna de viaje, las maletas, la bolsa de las toallas de playa, la bolsa de mis juguetitos, la bolsa de..., no entraba todo. Pero mi papá es muy burro y consiguió cerrar el maletero, aunque con la advertencia a mi mamá de que no se volvería a abrir hasta llegar a Torre del Mar, por peligro de avalancha.
El caso es que me lo he pasado fenomenal, con unas jornadas turísticas y gastronómicas programadas al minuto: desayuno a las 8:00 (biberón); paseito por el pueblo; comida a las 12:00 (papilla de verdura y yogur) ; bañito en la playita, con mis manguitos; siestecita; merienda a las 17:30 (papilla de fruta); bañito en la piscina con mis manguitos; otro bañito en casa para quitarme el clorito de la piscina; cena a las 21:00 (otro biberón); paseito nocturno y zzzzz. Y así todos los días.
Parecerá muy aburrido, pero yo me lo he pasado fenomenal.
Mañana os sigo contando, ahora voy a por la merienda y a preparar la mochila para comenzar mañana la guardería.