Caca, culo, pedo, pis.

Seguro que a los mayores no os gusta que digamos estas palabras porque os parecen feas o desagradables, y no entendéis por qué estamos todo el día diciéndolas; pero la verdad es que son las palabras más bonitas que hay, por lo menos para nosotros los más pequeños.

En cualquier frase o para definir cualquier cosa se pueden utilizar estas cuatro palabras o, por supuesto, sus diminutivos (caquita, pedito y culito).

Es la respuesta para cualquier pregunta:

- ¿Qué quieres comer?

- Caquita

- ¿qué has pedido a los reyes?

- Peditos y caquitas

- ¿Cómo quieres que se llame tu hermanito?

- Culito...

Además, seguro que todos conocéis a Shin Chan, y ¿qué es lo que más le gusta?, sí, sí, enseñar el culito y la "trompa".

Y seguro que más de uno de vuestros papás aún se acuerdan de la canción de Enrique y Ana (y se la saben, pedidles que os la canten) que tenía el mismo título "Caca, culo, pedo, pis" (un grandes éxitos de la música española).

Vamos, que mi papá aun no sabe qué es peor, si superar esta época de caca, culo, pedo y pis o que llegue la temida "la edad del pavo".