¡Adios piscina!

Como ya os comenté se han acabado las clases de natación. En este año he pasado de los manguitos al cinturón flotador, pero no he conseguido flotar por mi mismo.

El otro día, en la última clase, me dieron una medalla y me puse muy contento.

Como podéis suponer, allí estaban todos los papás y las mamás grabándonos con sus cámaras de fotos y de video, con un charco debajo de cada uno de ellos y no precisamente del agua de la piscina, sino por que se les caía la baba de vernos nadando y nos aplaudían cada vez que a uno de nosotros nos daban una medalla... aunque ahora que lo pienso, nos dieron medallas a todos, ¿porqué, si no ganamos nada? o por lo menos no llegué el primero,..., no será que nos la dieron para que todos nos fuéramos contentos,... no sé, no se, pero esto me huele un poco raro... para mi que están jugando con la ilusión de los niños, qué vergüenza.